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Vivir, soñar y despertar con Antonio Machado

Hay temas, palabras, conceptos que aparecen una y otra vez en la obra de un autor, enfocados y tratados desde diferentes aspectos. En la obra de Machado, y sobre todos en las Nuevas canciones de este mes de septiembre, hay tres verbos especialmente importantes: vivir, soñar y despertar. Vamos a ver en un primer momentos tres micropoemas que Antonio Machado escribe donde parece plantear una pregunta, responderla y matizarla:

Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa.
Adivínala.

Canciones nuevas:
«Proverbios y cantares 5»
Antonio Machado

Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
despertar.

Canciones nuevas:
«Proverbios y cantares 51»
Antonio Machado

Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo madre,
despertar.

Canciones nuevas:
«Proverbios y cantares 81»
Antonio Machado

Pero en realidad no es el único lugar donde Machado relaciona estos conceptos. En otros de sus poemarios estos conceptos se relacionan de otras maneras:

¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!

Soledades. Galerías. Otros poemas:
«La primavera besaba»
Antonio Machado

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan.

Soledades. Galerías. Otros poemas:
«He andado muchos caminos,»
Antonio Machado

Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.

Campos de Castilla:
«Proverbios y Cantares XXVI»
Antonio Machado

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.

Soledades. Galerías. Otros poemas:
«He andado muchos caminos,»
Antonio Machado

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Campos de Castilla:
«Proverbios y Cantares LIII»
Antonio Machado

Después soñé que soñaba.

Campos de Castilla:
«Proverbios y Cantares XXI»
Antonio Machado

No, mi corazón no duerme.
Está despierto, despierto.

Soledades. Galerías. Otros poemas:
«¿Mi corazón se ha dormido?»
Antonio Machado

Despertad, cantores:
acaben los ecos,
empiecen las voces.

Canciones nuevas:
«Proverbios y cantares 29»
Antonio Machado

Todo hombre tiene dos
batallas que pelear:
en sueños lucha con Dios;
y despierto, con el mar.

Campos de Castilla:
«Proverbios y Cantares XXVIII»
Antonio Machado

Antonio Machado y Steve Jobs están de acuerdo

Hace un tiempo escuché a Eduardo Basterrechea, fundador de Molino de Ideas, hablar sobre Kawasaki. Guy Kawasaki es uno de los gurús sobre tecnología y márketing. Trabajó en Macintosh y unos días después de que Steve Jobs muriese, publicó un post en su blog sobre lo que aprendió de él.

En el blog del Molino tradujeron al español y publicaron las diferentes secciones de ese post. Uno de ellos se titula: «“Value” is different from “price”» , es decir ‘No es lo mismo valor que precio’. Copiamos la traducción molinera:

Ay de ti si tomas todas tus decisiones basándote en el precio.Incluso más “Ay de ti” para los que sólo compiten en precio.El precio no es todo lo que importa , lo que es importante, al menos para algunos, es el valor.Y el valor tiene que ver con la facilidad de uso, el soporte y la felicidad intrínseca de usar la mejor herramienta que se haya construido.Nos da mucha seguridad saber que nadie compra los productos de Apple por su bajo precio.

La diferencia entre valor y precio es un matiz que se estudia en economía desde diferentes enfoques.Lo curioso de este caso es que, antes de que Kawasaki aprendiese de Jobs esto, Machado ya lo había condensado en un micropoema:

Todo necio confunde valor y precio

Todo necio confunde valor y precio

Todo necio
confunde valor y precio.

Canciones nuevas:
«Proverbios y cantares 68»
Antonio Machado

Nuevas canciones

Información básica

Último poemario publicado en vida de Antonio Machado, en 1924.

De qué habla?

Nuevas canciones

Nuevas canciones

Los poemas que lo componen tratan gran variedad de temas. Algunos de ellos describen el paisaje e historias de Andalucía (que podrían recordar al Romancero gitano o las piezas teatrales de Lorca). Pero muchos otros poemas exponen ideas ingeniosas y bellas sobre el arte, la literatura o

Lo mejor?

El aspecto más innovador de este libro es lo brevísimos de muchos de sus poemas, tanto que rozan géneros como el haiku o la greguería. La mayoría de estos micro-poemas se concentran en la sección central titulada «Proverbios y Proverbios y Proverbios y cantares». Recomiendo al lector lírico esporádico comenzar por esta sección.

Lo más difícil?

Algunos poemas descriptivos sobre el paisaje pueden resultar aburridos o resultar complicado para el lector saber exactamente qué quieren decir símbolos como la luna,

Me lees un trozo?

Ahí va una ráfaga de fragmentos o poemitas completos:

Noche castellana;

la canción se dice,

o, mejor, se calla.

 

Cuando duerman todos,

saldré a la ventana.

 

A las palabras de amor

les senta bien su poquito

de exageración.

 

Para dialogar,

preguntad, primero;

después… escuchad.

 

Entre el vivir y el soñar

hay una tercera cosa.

Adivínala.

 

Hoy es siempre todavía.

 

Busca a tu complementario,

que marcha siempre contigo,

y suele ser tu contrario.

 

En mi soledad

he visto cosas muy claras,

que no son verdad.

 

Despertad, cantores:

acaben los ecos,

empiecen las voces.

 

¿Todo para los demás?

Mancebo, llena tu jarro,

que ya te lo beberán.

 

Se miente más de la cuenta

por falta de fantasía:

también la verdad se inventa.

 

Todo necio

confunde valor y precio.

 

¿Tu verdad? No, la Verdad,

y ven conmigo a buscarla.

La tuya, guárdatela.

 

Aunque me ves por la calle,

también yo tengo mis rejas,

mis rejas y mis rosales.

 

Verso libre, verso libre…

Líbrate, mejor del verso

cuando te esclavice.

 

La rima verbal y pobre,

y temporal, es la rica.

El adjetivo y el nombre,

remansos del agua limpia,

son accidentes del verbo

en la gramátia lírica,

del Hoy que será Mañana,

del ayer que es Todavía.

Por último, un poema completo algo más largo:

"Los ojos", de Antonio Machado

«Los ojos», de Antonio Machado

Los ojos

I

Cuando murió su amada

pensó en hacerse viejo

en la mansión cerrada,

solo, con su memoria y el espejo

donde ella se miraba un claro día.

Como el oro en el arca del avaro,

pensó que guardaría

todo un ayer en el espejo claro.

Ya el tiempo para él no correría.

II

Mas, pasado el primer aniversario,

¿cómo eran –preguntó–, pardos o negros,

sus ojos? ¿Glaucos?… ¿Grises?

¿Cómo eran, ¡Santo Dios!, que no recuerdo?…

III

Salió a la calle un día

de primavera, y paseó en silencio

su doble luto, el corazón cerrado…

De una ventana en el sombrío hueco

vio unos ojos brillar. Bajó los suyos

y siguió su camino… ¡Como ésos!

Donde lo consigo?

Aunque no es tan accesible como Campos de Castilla o Soledades. Galerías. Otros poemas, en cualquier librería o biblioteca debería poder encontrarse algunas de las ediciones de editoriales clásicas. No hemos encontrado ningún ebook decente; sí un pdf (un pdf es un ebook?) sin notas y con algunas erratas aquí. Recomendamos acceder a alguna edición con notas para facilitar y profundizar la lectura.

Leopoldo María Panero: otras miradas

Leopoldo María Panero es uno de los poetas que más interés ha causado en las últimas décadas. Quienes lo conocen destacan su enorme inteligencia y capacidad artística. Sin embargo al leer su obra se ve claramente que sus problemas psiquiátricos han interferido en su creación hasta hacerla incomprensible. Recordemos que El lugar del hijo, la obra que recomendamos este mes, fue una de las primeras recopilaciones de cuentos de Panero.

El año pasado la revista Jot Down publicó varios posts sobre los Panero y una entrevista reciente con Leopoldo María. Aquí van algunas citas de esa entrevista:

Yo creo en la verdad y en el Apocalipsis.

Leopoldo María Panero, 2012, Jotdown

Leopoldo María Panero, 2012, Jotdown

Soy peligroso por decir la verdad, y la verdad duele.

Quiero la libertad y largarme de este país de mierda. En España se puede mentir, robar y asesinar en nombre de Dios. ¡Pero ay de aquellos que meen en la calle!

Beber es lo que echo de menos. Beber, trasnochar y joder.

ETA es la verdadera y única oposición que hay contra el Gobierno.

Los tíos del cine están como cabras montesas. Jaime Chávarri oye voces.

Nacen Borbones, se crían bribones y se mueren bobones.

Otra manera de acercarse a Leopoldo María es leer otras partes de sus obras. Empecemos por Así se fundó Carnaby Street, un poemario publicado en 1970 y dedicada a los Rolling Stones:

El pomea del che, Leopoldo María Panero

«El pomea del che», Leopoldo María Panero

«La metamorfosis»

La tierra le dio su cálido abrazo. Por sus venas la sangre ya no fluía, no tenía alma, pero sí más fuerza que nunca. Quién sabe lo que ería. Un árbol o una roca. De vez en cuando el graznido de un cuervo en el bosque o un ruiseñor que se posaba silencioso sobre sus ramas. Cada dos o tres años el calor de un mano.

Leopoldo María Panero, Las brujas

Leopoldo María Panero, «Las brujas»

 

Contra España y otros poemas no de amor es un libro publicado en 1990 por la editorial Libros del egoísta.

Contra España y otros poemas no de amor

Contra España y otros poemas no de amor

 

Himno a la corona de España

Leopoldo María Panero

Leopoldo María Panero, «Himno a la corona de España»

 

Eta militarra

Tengo la costumbre de matar en la mano
en la mano y en los pies que se mueven
lentamente bajo la cúpula del cuerpo.
Hábil como un espectro recorro la ciudad
borracho como un vivo, sereno como un muerto,
y me asombro ante aquellos que viven.
Y me excitan sus labios sonrosados
cuando dicen «ven»
«ven a matarme ya que soy un espíritu».

La monja atea

La monja atea, Leopoldo María Panero

«La monja atea», Leopoldo María Panero

Peter Punk

Peter Punk, Leopoldo María Panero

Peter Punk, Leopoldo María Panero

El aullido de José de Arimatea

El aullido de José de Arimatea, Leopoldo María Panero

«El aullido de José de Arimatea», Leopoldo María Panero

Por último, y no sobre Leopoldo pero sí sobre los Panero, vamos a escuchar la canción de Nacho Vegas «El hombre que casi conoció a Michi Panero». En mi opinión recoge muy bien ese sector de la cultura española entre lo marginal y la cultura de masas, la decadencia bohemia y el lirismo urbanita, en el que también se puede introducir a Leopoldo María.

Leopoldo Panero, padre de Leopoldo María Panero

Leopoldo Panero es el gran ausente de El desencanto, el que, como dice Chavarri, es el maniatado y callado de la película:

Leopoldo Panero, en El desencanto

Leopoldo Panero, en El desencanto

Para darle la posibilidad de expresarse, vamos a ver en este artículo varios textos suyos. En primer lugar, leamos su propio epitafio (es decir, el epitafio que se escribió a sí mismo) y que aparece en una de las últimas escenas de el documental:

Epitafio a sí mismo, de Leopoldo Panero

Epitafio a sí mismo, de Leopoldo Panero

 

Los siguientes textos provienen del libro Por donde van las águilas, uno de los poemarios de Leopoldo Panero:

Tras la sombra de un día

Leopoldo Panero

«Tras la sombra de un día», Leopoldo Panero

 

La melancolía

La melancolía, de Leopoldo Panero

«La melancolía», de Leopoldo Panero

 Las calles de mi infancia

Las calles de mi infancia

«Las calles de mi infancia», de Leopoldo Panero

 

La poesía acecha: historia de un libro silenciado

Manuel Ramón, a los siete meses de edad, julio de 1937

Manuel Ramón, a los siete meses de edad, julio de 1938. Fuente: BNE

19 de octubre de 1938, Manuel Ramón Hernández, Manolillo, hijo de Miguel Hernández y Josefina Manresa, muere sin haber cumplido un año de edad. Miguel, después de dos años de guerra, ha comprobado que «las armas son un signo de impotencia» y está asqueado de la burguesía izquierdista. Ha padecido combatiendo a franquistas «a Mussolini, a Hitler, los dos mariconazos». Ha experimentado una «soledad de galopante luto». Ha visto por los pueblos cómo «el hambre paseaba sus vacas exprimidas». Ha escuchado de cerca sobre «la cárcel, la fábrica del llanto», «Cárceles, donde el sol retrocede». Ha experimentado tanta muerte que se ha dado cuenta que «en un rincón de carne cabe un hombre». «Andando voy, tan solos yo y mi sombra».

Duda de que su herramienta de trabajo, la poesía, no se convierta en «polvo, palabrería, carcoma y escritura» depositada «en abismos rellenos de folios moribundos». Y propone un ideal: «Abandonemos la solemnidad». Se prepara para entregar el manuscrito de su siguiente poemario de guerra. Uno sin el tono épico de Viento del pueblo.

A finales de 1938 viaja a Valencia y entrega a Rafael Pérez Contel, director artístico de la Secretaría de Propaganda –perteneciente al ejército republicano– el manuscrito. Rafael Pérez Contel y el tipógrafo Vicente Ortizá comienzan la composición y corrigen con el mismo Hernández las pruebas de imprenta de El hombre acecha. Discuten sobre el diseño de la portada, la posible inclusión de dibujos: Miguel subraya que quiere una edición sencilla y sobria. El poeta deja Valencia sabiendo que su publicación lleva buen ritmo, sin saber que jamás se publicará.

Con Josefina Manresa en Jaén poco después de su matrimonio, primavera 1937. Fuente: BNE.

Con Josefina Manresa en Jaén poco después de su matrimonio, primavera 1937. Fuente: BNE.

A finales de enero los pliegos (grandes láminas de papel sobre las que se imprimen lo que después en el libro son varias páginas) están impresos, doblados y guillotinados. Pero todavía no están cosidos (primer paso de la encuadernación): las tropas insurgentes rodean Valencia y la distribución sería imposible. Vicente Ortizá envía como regalo un ejemplar de la obra, para guardarla para la posteridad. Otros bibliógrafos, que se dan cuenta del valor poético y económico del libro, roban algunos ejemplares.

EL 29 de marzo de 1938 las tropas franquistas entran en Valencia. Durante las siguientes semanas se hacen con el control de las legítimas instituciones republicanas, entre las que se incluye la Secretaría de Propaganda. Se encuentra la documentación de que las últimas obras se han encargado al tipógrafo Vicente Ortizá. El taller es requisado. Al revisarse los materiales se encuentran los poemas de Hernández –que en esos momentos está tratando de llegar a Portugal para no terminar en la cárcel–. Se manda destruir las ediciones y que se conviertan en pasta de cartel. Con esa misma pasta de papel, se imprimirían, posiblemente, posters sobre la grandeza de Franco o cartillas de racionamiento.

En 1939 comienza una dictadura que duraría 40 años. En 1942 muere Hernández en la cárcel. El régimen impone el silencio sobre la obra y la historia del poeta. Desde entonces publicar, estudiar o leer al poeta se convierte en «sinónimos de culpa y de sospecha» [1].

El hombre acecha.

El hombre acecha. Fuente: El Eco Hernandiano.

1960: Miguel Hernández cumpliría 50 años. Para recordarlo, la editorial Losada, en Buenos Aires, publica sus Obras completas. En ella se incluye el libro destruido y hasta ahora inédito: El hombre acecha. La edición se basa en una copia de copias mecanografiadas que circulan por Madrid. Pero de una fuente tan irregular y con tantos intermediarios se consigue un resultado erróneo y mutilado.

En 1978, un joven profesor de la Universidad Complutense,Víctor Infantes de Miguel, toma un café con doña María Brey, viuda del importante bibliógrafo Antonio Rodríguez Moñino. Las conversación les lleva a hablar sobre Miguel Hernández. Ella comenta que tiene un libro original de Miguel Hernández: El hombre acecha, edición de 1939. Es el ejemplar que se había enviado para que no todo se perdiese. Poco después, el texto, por fin, cuarenta años más tarde, se publica como Miguel Hernández hubiese querido, incluido un poema totalmente inédito hasta ahora y mu llamativo: «Los hombres viejos».

 

Bibliografía: 

Notas:

[1] En palabras del mismo Víctor Infantes.

También se consultó Historia y crítica de la literatura española de Francisco Rico, volúmenes 7 y 7/1. Lamentablemente su contenido sobre Hernández es tan ofensivamente escaso que no merece ser mencionado en la bibliografía.

Este artículo no es una reproducción histórica de los hechos, sino un ensayo fronterizo entre el periodismo, la filología, la historia y la novela.