Desde la primera representación de la obra en 1933, tres años antes de la muerte de Lorca, muchas han sido las compañías que se han atrevido con el clásico y puede que a más de alguno le haya tocado representarla en el colegio o el instituto. Lo normal para una obra de teatro de un autor de renombre como Lorca.
Aquí uno de los numerosos ejemplos:
Algo más raro es que la obra trascienda géneros. Muchas lo hacen al cine, las adaptaciones son relativamente fáciles.
Bodas de Sangre ha sido llevada al cine al menos 3 veces.
La primera en 1938, es una producción argentina dirigida por Edmundo Guibourg. Los muy cinéfilos la pueden ver entera gracias a las maravillas de Youtube:
En 1977 vendría otra segunda adpatación, una versión mucho más libre, dirigida por el marroquí Souheil Ben-Barka; en la que no sólo se adapta la estética para el país árabe sino que la trama de la obra es más una inspiración que otra cosa.
Por último, y ya por fin en España, el realizador Carlos Saura adapta el ballet que el coreógrafo Antonio Gades hizo sobre Bodas de Sangre en el año 1974 y lo lleva al cine en forma de película musical.
Pero aquí no acaba todo, el compositor alemán Wolfgang Fortner se atrevió a pasar la obra del granadino al género de la ópera. Siendo estrenada la composición en 1957 en la Ópera de Colonia. Unos años más tarde se estrenaría también en Francia, y en 1968 lo haría en Burdeos pero esta vez en francés.
Si le damos unos pocos años más, quién sabe qué no harán con ella.