Leopoldo Panero es el gran ausente de El desencanto, el que, como dice Chavarri, es el maniatado y callado de la película:
Para darle la posibilidad de expresarse, vamos a ver en este artículo varios textos suyos. En primer lugar, leamos su propio epitafio (es decir, el epitafio que se escribió a sí mismo) y que aparece en una de las últimas escenas de el documental:
Los siguientes textos provienen del libro Por donde van las águilas, uno de los poemarios de Leopoldo Panero:
Tras la sombra de un día
La melancolía
Las calles de mi infancia